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Asunción es un hombre con quién me acosté...

Al comienzo me mareó con sus calles oscuras Mintió con sus naranjos hechos ficus Hedió olores corporales, venidos de Villa Morra Igual, lo tomé por la cintura Bajé por Oliva y encontré sus putos amores honestos, con olor a río Lamí su Paraguayo independiente, su falso Palacio de López Gotee velas sobre sus plazas del Congreso No sin antes borrar la sangre de la indignación, que no sale con nada El placer fue una Estrella Lo penetré, desde su catedral bien lubricada Una y cien veces hasta el altar Y no hubo temor de Dios ni de la paloma Asunción es un hombre insaciable Metí los dedos en su panteón buscando algún héroe, y solo encontré heroína y Chespi hacia la orilla Tomó revancha con su barrio Obrero y sus barras bravas Sudó mi espalda, me tatuó un ciclón, un escudo y un cerro hacia el Sur mientras sus indígenas hambrientos miraron el espectáculo con basura en la boca Cateura desbordada Y algunos gritos desde Kambala Asunción es un hombre tr

Derrumbe

¿Quién sabe cómo salir del derrumbe de una casa que continúa en pie? Se puede entender las grietas de sus paredes de su gente. El corazón fuera de lugar. Cajas, polvo, risas estáticas en viejas fotos. Lo que antes fue un refugio ahora nada tiene que ver con uno aunque descubramos documentos que no mientan. Vestidos con escotes de una madre que ya no está. Metros cuadrados de derrotas. Ventanas anuladas por lo que nunca se dijo. ¿Quién nos salva del monstruo pasado escondido detrás de una puerta inocente? Se puede mover una silla, una mesa pero el insulto dicho es de raíz fuerte. Telarañas en el rencor. Un bebé que no conoce la traición del mundo desde un álbum en silencio. Ni palomas ni cruces salvan tanto del derrumbe como el camión de basura que termina llevando todo lo que ocupa espacio.

Todavía tu sombra resuena en la casa

No hay caso, todavía tu sombra  resuena en la casa, en las cosas. Vibra el picaporte, el sofá. La piel erizada a las 5 de la tarde. Uno se equivoca al pensar  que el corazón es superficie cóncava perfecta. La ducha gotea saliva. El dedo sin látex, en lo profundo. Tiemblan las tazas, los yuyos. Y pensarte es un buey atrapado en la terraza que no puede respirar por culpa del asma,  de la despedida. Subo las escaleras de cuatro, así no piso tus huellas. Dejo de bordar calzoncillos de hombres que no quisieron dormir conmigo. Amanecer un 2 de agosto junto a tu cuerpo hizo florecer escarabajos en rincones desconocidos. Domingo es un buen día para dar ultimátum a los terremotos internos. La única salida es inaugurar el mapa de las heridas frente al espejo donde cambiar de piel es más fácil No hay caso, tu nombre nace en el silencio y es el eco que invade todo...

Tengo en el pecho una casa desarreglada

a G. Tengo en el pecho una casa desarreglada Muñequitos de porcelana tumbados sobre palabras Huellas de humedad en el corazón Dicen que el desorden nos impide decidir El verbo brindar en el borde de las tazas Su sonrisa de sabado por la tarde, en el escalón Un boleto de colectivo que termina en cero en el techo Espejo impresionante que muestra las fronteras 3 es encuentro, 5 separación Manteles bordados por madres desterradas No se sabe por donde comenzar Aire repleto de quietud El beso más profundo en el sofá de la sala Sudo perfume y es un vidrio roto el que me lo cuenta Un pelo suyo brilla en la almohada Tender la cama el día después, para borrar las pruebas, las señas La brevedad del momento que no promete engaño El recuerdo de la ausencia en el fondo de una botella olvidada No existe una lógica del lugar de las cosas, cuando ellas son de aire La palabra precipicio ocupa toda la terraza Ruptura es una llave rota en la cerradura Afuera, m

Plaza

¿Fuiste el niño que llegó,  puso su mano en una de mis piernas,  sonrió y se alejó un poco,  para hacer lo mismo  con la señora  que compartía  el banco? ¿Fue lo nuestro  tan fugaz y espontáneo  como esta plaza  con gente que se aproxima  sin saber  por qué?

Lejos

Ya lo hiciste: vive sólo hoy…  Canta el churro entre tanta gente. En el subte, entre tanto abrigo. Voy hacia Palermo a un lugar que no es casa, porque no suena propio, pero parece cerca. Y es un celular que muestra un:   -¿Estás bien amor?-   Y la respuesta: -Si, estoy cerca- ¡Mentira! Esta/mos lejos. Y pienso rápido en vos, así, casi con miedo, con el mismo que camino de noche por calles que no conozco. Rápido como las horas, como nuestro encuentro casi desnudos, casi vestidos. Breve como nuestro disfrute que nos impide decir palabras peligrosas… El churro para de cantar, el celular se apaga, y sigo con miedo de pensar en vos aunque seas joven, aunque seas hombre, Y ahora, estás lejos…

Masaje

¿Pensamos lo vulnerable que quedamos al dejar el cuerpo desnudo ante un par de manos? Nódulos, dolor y contracturas. Es tu nombre hecho tirón lo que duele. Tiene la piel morena. Fuerza en los brazos. Una respiración pausada. Huelo jazmines en el aire. Los muslos vibran ante el roce. Intento mirar su bulto pero el peligro aparece. Pide que de vuelta como cuando estuviste en mi espalda. Ni el sudor se controla. Me destapa y mira mi amapola queriendo llegar al cielo sin viento. Es imposible, e involuntaria la pulsión. El deseo es una flor que crece entre toallas, años luz de tu cuerpo.

Visita

El pasado golpeó mi puerta y fue entonces que las cosas que no existen en la casa, aparecieron: tu saliva en la almohada, manchas en la sábana, tu apodo cerca del hombro. Cuando le abrí,  el futuro se instaló en la cocina: Me vi llorando en el piso       y escribiendo este poema... 

Las ganas

Tengo ganas de cogerte aunque afuera, el calor latigue las espaldas, entre humo en los pulmones, y sude cada culo que veas en las esquinas. Quiero cogerte sin importar la erección, ni la circuncisión. Que seas estrecho, hombre o mentiroso. Que hayas comprado tu título o no sepas la tabla del 8. Si, quiero cogerte mientras en las calles aumentan los cuidacoches, el chespi, el dengue y la soja siga sin pagar impuestos. Quiero cogerte de mañana, en invierno, los martes, en bisiesto,      sin feriados. Voy a cogerte hasta que el techo del Congreso se derrumbe, el presidente lea al menos un libro, reviente una bomba en el Palacio y los bufones de siempre, se pongan de cuatro. Voy a coger tus traumas, a vos, al Partido de la Miseria Repartida y a los padres irresponsables. Si no te gusta, vamos a hacerlo una y otra vez, hasta lograr que tus ganas de amar, mi deseo y este país se vayan                  a la mierda.

Cuerpo/tierra

Sus manos aprietan mis nalgas/ mi lengua dibuja una flor en la oreja/ encuentro fútbol y violencia en sus muslos/ su barba de 3 días abre surcos en toda mi espalda/ el ombligo es baldío de reverencias/ el deseo deja carpas por toda la cama/ Él sin posesiones, yo sin sucesiones, ambos sin reformas:     soy tierra no titulada      soy campesinx con hambre          soy ruta cerrada.  Cuerpo es invasión y pasión desalambrada

Décimo piso

Imagen
En los balcones vacíos el viento grita las formas del deseo. El estómago pesado. Hay una suerte de preocupación en las aves que interrumpen la mirada. Abajo, los niños corren sin saber qué es crecer. Es inútil... Desde la ventana no imagino todo lo que puede pasar.