Las cucarachas

Se manifestaron en la cocina. Exigen que deje migajas de torta, cuchillos con restos de mayonesa o un poco de lubricante sabor chocolate. Es inútil, no pienso criarlas aunque sean mi única compañía fiel. Envidio su inmortalidad. Siento una alegría en el pecho, cuando regreso a casa, enciendo las luces y escucho sus patitas abriéndose paso entre las cajas de té y yerba. Uno de estos días les pido que me enseñen a ser inmune al amor de los imbéciles, así como resisten a los insecticidas.

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