Miklos
A Arpad Miklos
La mano baja una y otra vez al ver tu forma invadida de masa, de pelo.
La lengua
sale y toma la temperatura: caliente
Imagino tu
barba contra mi mejilla desierta de caricias y el dedo más grande, llenando
todo el agujero.
De Hungría
con el más cálido sexo, la más erecta línea.
Y
descubrir la partida, el suicidio y lo seminal a punto de salir…
Demasiada
vida hay en un poco de semen.
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