Después de mucho
Lo cotidiano se coló entre nosotros Tiró su gran tapado gris y nos lo pusimos La monotonía, por su parte mordió nuestros dedos Mis preguntas y tus respuestas no lograban encender siquiera una luciérnaga Respiré pausado La urticaria se instaló en el lóbulo derecho Tu barrera fue más intensa que tu mirada Lo único que alcancé a guardar fueron las rayas del pantalón mientras te ibas sin despedirte